miércoles, 28 de julio de 2010

Valencia (ultima de feria): Oreja benevola para Cervera en un nefasto y aburrido cierre de feria


Valencia. Ultima de feria. Novillada picada. Un tercio de plaza. Se lidiaron seis novillos de la ganadería de Los Chospes, desigualmente presentados. Mansos en general. El 3º fue el que más clase tuvo aunque terminó parado. Pesos: 453, 439, 439, 425, 403 y 450.

Rafael Castellanos, silencio y silencio tras dos avisos.
Juan Cervera, silencio y oreja.
Fernando Beltrán, saludos tras viso y silencio tras aviso.

Fernando Beltrán debutó con picadores.


Valencia (Esp.).- Terminó la Feria de Julio y la temporada taurina en Valencia con un festejo aburrido, sin contenido y deslucido que terminó durando cerca de las tres horas. Ni los novillos de Los Chospes, desiguales de presentación, mansos en líneas generales ni los novilleros anunciados entusiasmaron ni convencieron al público. Aún así, hubo un triunfador con corte de trofeo, Juan Cervera. Un resultado numérico del festejo que desvirtúa cómo estuvo el novillero valenciano. Con éste quinto, Cervera sacó muletazos sueltos, alguno meridianamente lucido pero carente de emoción, lo que hizo que la faena nunca terminará de prender en el público. Trasteo plano y anodino que fue premiado porque su parroquia empujó la concesión de la oreja obligando al presidente a darla sin pensar éste que estábamos en una plaza de primera. Con el segundo, Cervera tampoco anduvo mucho mejor. Frío, sin emoción ni entrega y toreando al unipase sin ligazón. Trasteo con la muleta siempre retrasada y deficientemente colocado que acabó silenciándose. El debutante Beltrán en cambio, tuvo otra disposición para estar en la plaza. Saludó con verónicas mecidas y suaves a su primero, para después cuajar un trasteo firme y dispuesto por ambos pitones al único novillo más manejable y claro de la tarde. Una lástima que acabó parado, pues Beltrán dejó buenas sensaciones en el tendido. Y con el que cerró plaza resultó imposible lucirse aunque lo intentó por todos los medios. Completó cartel Castellanos, que no tuvo su tarde. Con dos novillos mansos y deslucidos, el novillero se mostró desconfiado con el complicado que abrió plaza, y estuvo más voluntarioso y esforzado en el cuarto.


Texto: Alfonso Sanfelíu
Fotografía: Rafael MATEO

No hay comentarios:

Publicar un comentario