lunes, 12 de marzo de 2012

EL DETALLE (1º de abono): Dos hijos pródigos que merecen una mayor consideración




Piden paso, por derecho propio, los dos toreros triunfadores de este primer festejo de la Feria de Fallas: Javier Castaño y David Esteve. Y lo han hecho ante un encierro -variado- de Adolfo Martín, con el que los hemos podido ver maduros, solventes, con recursos y con las ideas claras ante la cara del toro, ante el escenario en el que han actuado y ante el objetivo que pretenden alcanzar en sus respectivas trayectorias profesionales: alcanzar el reconocimiento justo y merecido dentro del toreo en España. El más veterano de ambos, Javier Castaño llegaba de cuajar, cual hijo prodigo en el exilio, una temporada 2011 fundamentada principalmente en actuaciones en tierras francesas, donde ha tenido que vérselas ante reses pertenecientes a los hierros más toristas y complicados de la cabaña brava. Al final, la lucha, la brega tarde tras tarde y el no desanimarse ante la dureza de la profesión, han dado como resultado el de hoy, una oreja de importancia y de mérito, ganada en plaza de primera dentro del primer ciclo importante de la Temporada Taurina y ante un toro noble, con movilidad, calidad y fondo. Hemos podido ver a un Javier Castaño resuelto, clarividente, artista, sentido, enjundioso y práctico en la resolución de los problemas que han planteado sus dos oponentes. Que ha mostrado además, unas ganas de progresar en su carrera profesional que deberían ser satisfechas por el establishment de toreo en justo premio al esfuerzo del matador, anunciándolo en otros escenarios españoles también de relumbrón, en carteles más abiertos y de hierros más amables. Ha gustado, ver de nuevo como es posible el milagro de recuperar a un matador honrado, honesto y consecuente con su historia y su toreo como es el caso de Castaño y por ello, merece que vuelto del exilio francés, tenga mejor y mayor consideración en su país.

De igual modo que no ha sorprendido pero sí nos ha alegrado, presenciar la actuación de David Esteve en su tierra y ante un buen toro de Adolfo Martín. Tomó la alternativa un 19 de marzo del año 2007. Lo estrellaron contra los imponderables del toreo nada más doctorarse y fue abandonado por sus mentores en un suspiro. No se amilanó el joven, y tirando de afición e ilusión, hizo el maco y se largó a Perú a probar suerte y fraguarse así, en la dura pelea de alcanzar la madurez profesional y personal, muy lejos de los suyos. Hoy ha regresado cual hijo pródigo a su casa, y Valencia, cual madre sufridora pendiente de sus hijos, lo ha acogido de nuevo entre sus brazos. El hijo, David Esteve, ha respondido a tan atrevido envite fallero y lo ha resuelto con oficio, con afición, con solvencia, con entrega, con gotitas de arte y con momentos de sentimiento. El toro, fue de los que te pone en circulación, o te deja en la cuneta. A Esteve lo ha puesto en el circuito, al menos para poder ir a Madrid a confirmar la alternativa y por su puesto, para volver a verle torear en su tierra como tantos y tantos matadores de toros han hecho con menor suerte en ferias anteriores. El pastel es para todos, y también David Esteve tiene su porción y su derecho, aunque lo mejor sería que ahora, con su crédito recuperado y esta oreja ganada, se le cruzase en su camino algún bendito loco por el toreo y lo acompañara en una nueva aventura torera, esta vez en España, cerca de los suyos. Se lo ha merecido y así debería ser. Es justicia, no capricho.

Firmado: Alfonso Sanfelíu

Fotogrfía: Rafael Mateo / Tauroimagen

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